el yunque, el tintero, la pluma y el libro PSOEPablo Iglesias creó el PSOE como un instrumento más, perteneciente a la Asociación Internacional de Trabajadores, un instrumento para la luchar contra una sociedad que dividía sus miembros en “dos clases desiguales y antagónicas”, la que posee el dinero y los medios de producción y el proletariado o clase trabajadora. Una sociedad dónde la dependencia económica condena al trabajador a “la miseria social, el envilecimiento intelectual y la dependencia política.” Todo ello defendido y protegido por el poder político.

Apelando a los sentimientos e ideales socialistas a “la necesidad, la razón y la justicia” se exigió el fin de la desigualdad, “reformando o destruyendo el estado social que tiene sumidos en la más espantosa miseria a los que emplean toda su vida en producir la riqueza que poseen los que muy poco o nada son útiles a la sociedad”. En la actualidad que sume en la miseria a los trabajadores que ya no tienen empleo o trabajan en condiciones de explotación con horarios de más de 8 horas y haciendo el trabajo de más de una persona, y se ven obligados a pagar una hipoteca o a no tener nada, ni trabajo, mientras los que provocan la crisis, viven en sus palacios, en sus despachos en los rascacielos y cobran despidos millonarios, ordenando a países desmantelar su estado de bienestar, y usurpando la soberanía popular/nacional.

Para hacer frente a estos males el Partido Socialista Obrero Español tiene por aspiración: “La consecución del poder político por la clase trabajadora”, la “completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una  sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes”.

Desde la transición hemos estado 21 años en el gobierno, momento en el cual se supone que la clase trabajadora ha conseguido el poder político, pero hemos visto como este poder político solo sirvió para construir un precario Estado de Bienestar que hoy se desmorona. Empezó la crisis y no nos atrevimos a nacionalizar la banca causante de los males que hoy pesan en la economía, que obtienen el dinero del estado al 1% de interés y después se lo dan al 5 al 6 incluso al 7% y el dinero que debería servir para que las pequeñas empresas salgan a delante para que los trabajadores tengan dinero se queda en apuestas contra el Estado.

Dicen que el discurso es viejo, que no se puede aplicar que no hay ni burgueses ni proletarios, habrán cambiando los nombres pero sigue habiendo gente que abre y cierra el grifo para ganar dinero y al final hunde en la miseria a los trabajadores, habrán cambiado los nombres pero la situación es la misma y a los que dicen que el ideario de Pablo Iglesias, la critica de Marx al Capital esta anticuada que respondan ¿Cómo esta entonces el sistema económico actual vigente desde el siglo XV-XVI, como una viejo edificio al que se le han añadido ornamentos y tecnología llámense estos fondos de interés bursátil, hipotecas basura o derivados?

Pablo Iglesias llego a decir: “El PSOE viene a buscar aquí (al Parlamento), a este cuerpo de carácter eminentemente burgués, lo que de utilidad pueda hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí. La totalidad ha de ser obtenida de otro modo.” Esta crisis ha demostrado más que nunca que el poder político como lo hemos ostentado y utilizarlo, que la clase trabajadora se ve otra vez arrojada a la miseria, ha demostrado que debemos apostar por un cambio, reavivando la internacionalidad del movimiento de la clase trabajadora contra estos poderes supranacionales, que el PSOE debe volver al duro trabajo de organización y penetración en la case trabajadora y en la sociedad para recuperar los millones de votos, perdidos, los millones de esperanza depositados en este partido. Es necesario volver a ser un partido socialista, un partido revolucionario, que no hace revoluciones, revolucionario en su rechazo a la sociedad capitalista o neo-liberal (si se quiere llamar así ahora), en la esperanza  que <el día> de la revolución alumbraría una nueva sociedad reformista en su practica diaria, en la búsqueda de mejoras para la clase trabajadora, en un intento de estar presente en los órganos del Estado, tal y como definió Kautsky al PSOE. Todo ello como práctica del quehacer diario de nuestro correlativo, la Unión General de Trabajadores.

Lo que necesita el PSOE y la clase trabajadora, es un PSOE que vuelva a sus principios, empezando por reconocer que esto no es lo que decía Pablo Iglesias como se dijo tantas veces en las pasas elecciones, demos perseguir la revolución social, sin revolución, consiguiendo la evolución y buscar fuera del parlamento, de las instituciones aquello que nos permita conseguir nuestros últimos objetivos usando la tecnología y el avance de la sociedad para hacernos más democráticos, más abiertos, más grandes más fuertes sobrepasando todas las barreras imaginables, sin temer al cambio.