Hackear la política: Parte 2, La nueva política

Hace un tiempo escribí la entrada: Hackear la política Parte 1, la vieja política; en ella intentaba el significado de la vieja política y el movimiento en su contra que se formó, que daría lugar más tarde a la nueva política, que definiré en esta entrada.

Hasta el último cuarto del siglo XX la cultura política se inspiraba en la consecución y posterior ampliación de seguridad tanto ciudadana como económica a esta cultura la denominamos materialismo, como podía ser la creación de un estado de bienestar, sanidad y educación. Siendo particular de esta vieja cultura política la división de partidos entre el eje izquierda derecha.

Sin embargo a partir del último cuarto del siglo XX, es cuando empiezan a surgir una serie de demandas que difieren de lo anterior y donde la realización y la participación, la inclusión en la política factores como el ecologismo, pasan a ocupar el eje central, a esto se le conoce como postmaterialismo, tal y como lo identifico el politólogo y sociólogo Ronald Inglehart en los años 70 (escala del postmaterialismo). Que trasformaron la cultura política dejando de lado las viejas demandadas materiales “ya conseguidas”.

En España esta traducción de la nueva política origina el #15M y se refleja posteriormente en nuevos partidos como Podemos que integra en el los valores del portmaterialistas como son:

  1. Aumentar las oportunidades de participación en el trabajo y la comunidad.
  2. Aumentar las oportunidades de participar en las decisiones políticas.
  3. Proteger la libertad de expresión.
  4. Procurar que ciudades y campo sean más bonitos.
  5. Lograr una sociedad menos impersonal y más humana.
  6. Progresar hacia una sociedad en que las ideas sean más importantes que el dinero.

*Valores fijados en la escala de Inglehart.*

En el ámbito español, y concretamente en el #15M se añaden caracterizas como las defendidas por el movimiento “Indignez-vous” (indignados) cogidos del Consejo Nacional de Resistencia de Francia en la II Guerra Mundial que defendía las protestas pacíficas y que daría lugar a las protestas que se vienen desarrollando en medio mundo desde el año 2010 desde la ocupación del muro de las lamentaciones, que le valdría al movimiento la denominación de “Terrorismo pacífico” por parte del Estado de Israel., y que continuaría con las primaveras árabes, 15M, Ocupy Wallstret 12O, Greek Revolution y el más reciente #NuitDebout.

Otra característica que define al movimiento español es la disconformidad con “lo políticamente correcto” (importado de la política Italiana). Pues los defensores de la nueva política consideran que la realidad es la que es, y que lo políticamente correcto intenta desvirtuarla, y por lo tanto dan mayor prioridad al mensaje que a las formas, aunque estas siempre han de ser pacíficas.

En el caso de España también llega a considerar el sistema político español como un régimen oligárquico, identificado con la “la clase política” y otros poderes no legítimos que dictan las políticas nacionales. Buscando un nuevo sistema más horizontal que vertical (puntos 1 y 2 de la escala de Inglehart).

He considerado a Podemos dentro de este grupo y excluido a otros, no por su edad, como engañosamente nos definen la nueva política desde algunos altares. Y quedando excluido el partido Ciudadanos, porqué, según la misma escala de Inglehart quedaría excluido de este bloque al mostrar sus prioridades evitar subida de precios, mantenimiento del orden y endurecimiento de penas (lucha contra la delincuencia), y la defensa de unas fuerzas armadas capaces de operar internacionalmente propios del materialismo y de la vieja política.

Para terminar, siguiendo con el punto de vista de Inglehart, la horizontalidad, la formación política Podemos también recoge esa horizontalidad de forma interna, como ya explicamos brevemente en la parte 1, se basa en liderazgos colectivos, representado en sus portavocitas de sus confluencias, así como una gran implantación de espacios participativos, de toma de decisiones y revocatorios, y sin barrera económica, los cuales son inexistentes en el resto de partidos parlamentarios. A las características comentadas anteriormente, se unen las nuevas formas de comunicar, interactuar y actuar.