Termina el año 2014, un año difícil otro suma y sigue de la crisis de la cual no ha habido recuperación, y empezaremos en unas pocas horas un 2015, del cual ya os adelanto, no será el del despegue de la economía según cuenta el que dice ser presidente de España, de cuyo nombre no merece que me acuerde.

Hemos escuchado Pablo Iglesias decir que el 2015 será el año del cambio, a lo que yo responde: depende, a Mas le hemos oído decir que 2015 será el año de las decisiones y no puedo darle más que la razón aunque solo en parte, pues para mí 2015 será o el año de las decisiones, o bien, el de las indecisiones; dependiendo de lo que decidan a hacer o no hacer el conjunto de la ciudadanía española, y los partidos políticos, habrá cambio o no, y no tiene porque ser el cambio que algunos quieren.

El 2015 será un año electoral en medio del mayor terremoto político del Reino de España, desde la transición. La ciudadanía deberá decidir si las herramientas que ha tenido hasta ahora para hacer una sociedad en la que convivir son, ya no necesarias, si no útiles o no, y si optan por escoger por escoger la nueva herramienta que ha irrumpido en el escenario político en este 2014 del que nos despedimos. O por el contrario, si quiere seguir con alguna de las viejas y que nada cambie.

Mientras la herramienta llamada PSOE se enfrentará a otro dilema, al de aceptar su cruda realidad, que ya no es tan utilizada como le gustaría, y si es capaz de acepar esta realidad por las buenas y reaccionar, o por las malas y quedarse sin capacidad de reacción. Y cuando acepte la realidad se enfrentará a un dilema aun mayor, se actualiza a la nueva política o se queda atascada en la vieja política, con su aparato, que sufre una grave crisis de identidad que aspira a ser un partido de masas funcionando como uno de cuadros. ¿Será el PSOE capaz de responder a los cambios? que tantas personas pedimos desde Bases en Red, hace unos años, y ahora lo hacemos desde Socialismo Democrático. ¿Será capaz de abrir sus procesos?, ¿Permitirá que la ciudadanía le fiscalice?, ¿Lo harán sus representantes?, ¿Abandonará ciertas posturas liberales para defender con fuerza a los más débiles y a los trabajadores? ¿Recuperará algo de voto perdido hacia la nueva herramienta? ¿Conquistara el voto de quienes tienen miedo de la nueva herramienta? ¿Será valiente?

Este 2014 que se cierra ha sido un año difícil, pero 2015 será un año aún más duro, donde no solo tendremos que luchar por lo que queremos, sino que tendremos opción de cambiar lo que queremos, y por eso habrá que luchar con más fuerza, por eso Feliz año a todos y que tengamos fuerza para afrontarlo.