Ayer se celebraron las elecciones en Andalucía, donde Susana y su PSOE han salido como los grandes triunfadores, los segundos grandes triunfadores serían Ciudadanos, Podemos se queda como el que pudo ser, casi fue, pero no fue. El PP se derrumba, IU ante la gran encrucijada y UPyD empieza a despedirse. Este podría ser el resumen de las elecciones del domingo 22 de marzo en Andalucía.
Empezaremos el análisis con el PSOE, que se puede dar con un canto en los dientes, pero no por conservar los 47 escaños, como hace el establishment y seguidores del partido sino, por perder solo 118.881 votos desde las anteriores elecciones un 7.78%, bajando solo un 4.13 puntos porcentuales de votos “validos”. Esté resultado da ánimos a los seguidores del PSOE que no han tardado en salir a aupar a Susana (y algunos a Pedro) y a decir que el PSOE sigue vivo y que es la única alternativa, lo que en verdad, es solo una verdad a medias.
Este resultado obtenido por el PSOE servirá para darles alas de cara a las próximas elecciones en el resto de España, que no en Andalucía, mejorando levemente los resultados, como una llama agonizante a la que se le echa pólvora y da un breve fogonazo. Los resultados ratifican lo que algunos ya observamos cuando empezó a crecer sobre la influencia en ciudades y pueblos, que persiste el grave problema del PSOE que contemplábamos en el CIS: los votantes del PSOE son cada vez más viejos, y tiene su principal mantenimiento de votos del territorio rural (conservador), envejecido proveniente del PP, se constata el bajo nivel de estudios y de clase social del PSOE, sin voto asociado. Lo que quiere decir, que pese a tener todo la estructura de poder creada durante 30 años en las instituciones andaluzas, El PSOE abandona los espacios de influencia pública principales, y no atrae a los estudiantes (aquellos que permiten captar nuevos votantes) y cae también la influencia económica de sus votantes, que viene a confirmar que el corazón late pero sigue grave en la UVI, y que de no remediarse esto, el PSOE estaría ante su último ciclo electoral como fuerza relevante. (más…)