Antes de empezar a comentar como, en mi opinión, ha ido el “debate” de los tres candidatos a la Secretaría General del PSOE iremos a por el “debate” en sí mismo si es que podemos llamarlo así, pues más bien ha sido una simulación de entrevista a 3 llamada debate.
El debate constaba de tres partes, en la primera parte los candidatos han realizado un discurso explicativo, de esta parte han pasado a responder a una seré de preguntas primero sobre el modelo de partido que defendían y luego sobre el de país, algo que me parece un poco sin sentido, en primer lugar porque el modelo de partido viene recogido en los estatutos y estos solo se puede modificar en congreso ordinario (Y el único que proponía congreso era Alberto Sotillos), y en segundo lugar porque la elección es a Secretario General del partido, no a Presidente del Gobierno, y porque no se puede hablar de un modelo de país para el PSOE sin que el propio PSOE tenga un debate profundo y real sobre dicho tema. Para terminar esta primera parte del análisis de la simulación de lo que hubiera podido sido un debate tenemos la parte final, están los 99 invitados escogidos a dedo y con las preguntas traídas de casa. Me parece que lo único que ha tenido este debate de “abierto” es que se ha hecho en abierto por psoe.tv y quien haya querido emitirlo.
Entrando ya al debate hemos podido comprobar a un Pedro Sánchez suelto y a gusto y que llevaba el ritmo, si hubiera que compáralo con algún debate famoso a mí me viene a la cabeza el de Kennedy contra Nixon (Pedro haciendo de “Ken”). Puede que bono dijera que “esto no es un pase de modelos” pero hoy el debate ha parecido la pasarela de Pedro, ha estado suelto, modulando bien la voz, las manos no han distraído del discurso y ha marcado muy bien la eliminación de la “barrera” que supone el atril, todo ello con total naturalidad.
En lo referente a su vestimenta ha sido el único que ha acudido sin chaqueta, como más de calle, y la camisa de color blanco o color muy claro le ha permitido mantener un aire de frescura, evitando marcas de sudor en la ropa ante el calor de los focos y de la sala donde se hacia el debate (los que hayáis estados ya sabéis el calor que hace de normal, con la sala llena, si encima sumáis los focos para televisión, imaginaros).
En el tema que nos viene a interesar, el contenido del discurso, pese a fluido y natural, ha resultado un discurso egocéntrico, yo, yo, yo y más yo; dejando en evidencia la clara ambición personal que le mueve a presentarse a la Secretaría General del partido, también ha dejado en evidencia su vaivén “posicional” en lo referente a las primarias, que como en otros temas a lo largo de la campa un día dice una cosa y otro día otro, aparte de esto su discurso se ha basado en obviedades y con pocas medidas para cómo solucionar algunos problemas, además de parecer que obtará más a la presidencia del gobierno y no a la Secreatría General (que es a lo que estamos), como quien no quiere mojarse, salvando los platos, por ejemplo con lo de Andalucía.
Pasando al segundo candidato por avales, Eduardo Madina, hemos comprobado a alguien que no está a gusto, no hemos podido ver al Madina suelto y convincente que podemos ver normalmente en el congreso. Se notaban sus estos muy forzados al hablar, el continuo movimiento del dedo “cortante”, pues parecía que estuviera cortando algo en el airé, en lugar de para enfatizar algo ha servido para poner el nivel de atención alto desde el primer momento, como quien empieza su discurso gritando y termina gritando, prestas atención al principio pero después te distraes en este caso con el dedo; paseando el dedo de cada mano una y otra vez, parecía un robot. El gesto de la mano de dentro hacia afuera (cuando dejaba quieto el dedito) por el contrario es algo que ha estado bien, era cuando más como se sentía, un gesto natural cuando compartes algo, y era en esos momentos cuando su discurso llegaba, hasta que volvía el dedo arriba y abajo.
Sobre su ropa ha llegado con una chaqueta que se ha quitado tras e apretón de manos inicial dejando ver debajo una camisa azul clara, pero no lo suficiente, dando la impresión a veces de que estábamos ante Camacho y no ante Eduardo Madina, por el sudor. Si Pedro parecía Kennedy, Madina parecía Nixon, sudando y fuera de sitio.
A la hora del discurso Madina ha marcado el comienzo del debate al ser el primero en poner algo de contenido encima de la mesa, con medidas concretas, ha mostrado algo de autocrítica pero sin entrar en profundidad, dado su pasado. Se ha visto un discurso más fundado que el de Pedro, pero al igual que el parecía más un discurso a la presidencia del gobierno que a la Secretaría General del PSOE.
Para terminar con los candidatos, nos encontramos con José Antonio Pérez Tapias, se le notaba suelto, aunque no tan natural como a Pedro, es el candidato que todo tiene a ganar y mucho a perder (tras la marginación a la que se ha sometido en los últimos años a la corriente Izquierda Socialista, siempre presente en los centros de poder hasta hace no mucho). Como profesor con muchos años a sus espaldas a Tapias se le ha notado que sabía de qué hablaba y que tiene memorizada hasta la última coma, pero lo mal, es que como a muchos viejos profesores, si tono invita a la desconexión, pues aunque saben perfectamente de lo que hablan, no trasmiten ilusión ni entusiasmo, acomodado en el atril, su sitio, se notaba, mientras soltaba su discurso monótono.
En la vestimenta a diferencia de Madina no se ha quitado el abrigo, por lo que no podemos decir si se parecía a Camacho o no, pero si dejaba clara la diferencia generacional entre él y el resto los candidatos, encorsetado en el lugar que le toca, como alguien de la corte con los vestidos aparatosos de los siglos pasados, sin ningún tipo de gesto que le acercará al público, notablemente más joven.
En lo referente al contenido del discurso ha dejado claro los sólidos argumentos que tiene para la defensa de su postura ideológica así como todo el conocimiento que posee con las varias citas y referencias, dejando en obviedad el vacío discurso de Pedro (el cual ha correspondido lanzando un cuchillo velado a Tapias que se visto obligado a re explicarse en alguna ocasión) y la falta de exigencia en el de Madina. Ha resultado el más crítico, tanto con la actuación del PSOE como contra la corrupción. Pero al igual que a los otros 2 candidatos se le he hecho en falta una propuesta de funcionamiento del partido, en lugar de quedarse solo en la posición ideológica.
En resumen podríamos decir que en lo que se refiere a comunicación Pedro Sánchez ha sido el ganador del debate, mientras que Tapias ha demostrado ser el que tiene las ideas más clara y ha defendido mejor su posición ideológica, frente al resto. En cambio Madina se ha quedado entre Pedro Y Tapias tanto en comunicación como en discurso, algo que por desgracia para él, le viene pasando mucho en esta campaña, en la que parecía partir con ventaja, yo le recomendaría que eligiera mejor a sus asesores.
Por mi parte, aún quedan varios días de campaña y yo no tengo decidido mi voto, espero poder decidirme en lo que queda de campaña, es por ello que pido a los candidatos, Madina, Pedro, y José Antonio, que no solo se queden en lo que está mal o en lo que hay que cambiar, sino que digan el cómo. Desde Socialismo Democrático ya hemos dejado cual es nuestro como un congreso refundacional, sin aparato, sin barones, sin establishment un nuevo PSOE de socialistas sin hipotecas. ¿Ellos que proponen?