Pablo Iglesias creó el PSOE como un instrumento más, perteneciente a la Asociación Internacional de Trabajadores, un instrumento para la luchar contra una sociedad que dividía sus miembros en “dos clases desiguales y antagónicas”, la que posee el dinero y los medios de producción y el proletariado o clase trabajadora. Una sociedad dónde la dependencia económica condena al trabajador a “la miseria social, el envilecimiento intelectual y la dependencia política.” Todo ello defendido y protegido por el poder político.
Apelando a los sentimientos e ideales socialistas a “la necesidad, la razón y la justicia” se exigió el fin de la desigualdad, “reformando o destruyendo el estado social que tiene sumidos en la más espantosa miseria a los que emplean toda su vida en producir la riqueza que poseen los que muy poco o nada son útiles a la sociedad”. En la actualidad que sume en la miseria a los trabajadores que ya no tienen empleo o trabajan en condiciones de explotación con horarios de más de 8 horas y haciendo el trabajo de más de una persona, y se ven obligados a pagar una hipoteca o a no tener nada, ni trabajo, mientras los que provocan la crisis, viven en sus palacios, en sus despachos en los rascacielos y cobran despidos millonarios, ordenando a países desmantelar su estado de bienestar, y usurpando la soberanía popular/nacional.
Para hacer frente a estos males el Partido Socialista Obrero Español tiene por aspiración: “La consecución del poder político por la clase trabajadora”, la “completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes”. (más…)